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jueves, 9 de agosto de 2012

MADRID RIO


Permanente.-  El nuevo parque de Madrid Río abrió sus puertas al completo por primera vez el 15 de abril  de 2011. Los visitantes podrán disfrutar de sus múltiples propuestas para el ocio, la cultura, el deporte o el paseo. Además el jueves se encendió la iluminación del puente monumental de Arganzuela, obra de Dominique Perrault, de la playa urbana y de las fuentes del parque de Arganzuela, que se unen a la que ya ofrecen los puentes del Rey, de Segovia y de Toledo para configurar el que va a ser, sin duda, uno de los paseos nocturnos preferidos en nuestra ciudad, afirman desde el Ayuntamiento.

Ha de destacrase la Playa Urbana, constituida por tres recintos acuáticos de forma ovalada en los que se alternarán tres efectos diferentes: lámina superficial, donde los usuarios podrán tenderse y remojarse; chorros de agua de altura y efectos cambiantes, capaces de producir diferentes efectos, y nubes de agua pulverizada. Las zonas de descanso y estancia, con más de 6.500 metros cuadrados de superficie y casi 300 árboles, completarán el ámbito de la playa urbana.

Hay ruta ciclista, miradores, nuevos íconos, entre otras muchas cosas. Puedes verlo todo en este plano.
Cómo llegar: Metros: Marqués de Vadillo / Puerta del Ángel / Pirámides / Legazpi

madridfree.com



Actualmente es uno de los pocos y mejores paseos que ofrece la ciudad y que hacía falta más que el agua de mayo. Madrid ofrece impresionantes parques como el Retiro o la Casa de Campo pero no había un paseo que ofrezca tantas alternativas como el del Manzanares, ni ninguno que atravesase gran parte de la ciudad.


A lo largo de los 42 kilómetros de itinerarios peatonales y los 30 kilómetros de vías ciclistas, podemos encontrar todo tipo de actividades para toda la familia. Desde el punto de inicio cerca de la Estación de Príncipe Pío, hasta el final,  en la zona de Legazpi, el camino atraviesa varios puentes, algunos de ellos parte de la historia capitalina, como el Puente del Rey que da acceso y comunica con la Casa de Campo, o el conocido Puente Segovia, construido en la época de Felipe II por el arquitecto Juan Herrera, y que la nueva obra ha dotado su entorno de cuatro estanques con varias fuentes y lirios acuáticos. Otros, como el Puente de Toledo, el Puente de los Franceses o el Puente de la Victoria, siempre han estado muy unidos a la evolución del río. Las nuevas comunicaciones de las dos orillas del Manzanares nos han proporcionado otros puentes singulares como el impresionante puente en forma de muelle a la altura de la Arganzuela diseño de Dominique Perrault o las pasarelas gemelas del invernadero y del Matadero que están decoradas en su interior con mosaicos fotográficos de Daniel Canogar en los que se pueden ver a vecinos de la zona ejecutando toda la clase de saltos.
Si queremos recorrer de principio a fin todo el camino es preferible ir en bicicleta, se puede alquilar en una empresa que ofrece toda clase de vehículos ecológicos y que se encuentra en la mitad del camino, pero también existen otras opciones para practicar deportes como el parque de skate y patinadores, una tirolina para los más pequeños, pistas de baloncesto, tenis, fútbol, y un estupendo rocódromo a la altura del nº 108 de la Avenida del Manzanares, en el que podremos emular una auténtica ascensión.
La “playa urbana” es una divertida propuesta en el Gran Parque de la Arganzuela formada por tres recintos acuáticos ovalados y con diferentes efectos: Lámina de agua, chorros de distinta altura y nube de agua pulverizada. También existe una red de toboganes infantiles muy divertidos con grandes desniveles y muchas curvas, además de decenas de parques infantiles de madera y cuerdas a lo largo de todo el recorrido que son perfectos para que los niños se diviertan subiéndose a telas de araña gigantes, junglas de troncos o puentes colgantes. La oferta cultural está encabezada por el Matadero Madrid con exposiciones y obras de teatro en el interior de las Naves del Español.
Y, si lo que preferimos es conocer la ciudad, el mirador de la Huerta de la Partida nos ofrece unas estupendas vistas, especialmente al atardecer, del Palacio Real y la Catedral de la Almudena -con el inconveniente de ver ese mini Vaticano que están levantando a sus espaldas- y los jardines del Campo del Moro. Otras buenas vistas son las que se pueden otear desde el Mirador de San Vicente, desde donde se ve la Casa de Campo y la Avenida de Portugal.
 Madrid recupera su río

Reportaje: Parques y jardines

Madrid posee multitud de hermosos parques y jardines en donde disfrutar de la Naturaleza. Algunos de ellos son:

Real Jardín Botánico ubicado frente al Museo del Prado, en la Plaza de Murillo.

En Caixaforum (Paseo del Prado, 36) se encuentra el sorprendente jardín vertical, un impresionante tapiz natural de 460 metros cuadrados.

El Parque del Capricho, uno de los más bellos de Madrid, está en la zona noroeste de la ciudad, en la Alameda de Osuna.

El Parque de Atenas se halla en el corazón del barrio de los Austrias, al suroeste del Palacio Real.

Desde el Teleférico del Paseo del Pintor Rosales se puede acceder al parque más grande de la ciudad: La Casa de Campo.

El jardín de Lope de Vega (Cervantes, 11) es un lugar muy agradable que se replantó con las especies que el escritor mencionó en sus libros.

Los elegantes jardines de Sabatini ocupan el espacio en el que originariamente se encontraban los antiguos establos de palacio.

El Parque del Buen Retiro, uno de los más visitados, representa todo un oasis en mitad del bullicio.

El parque Quinta de los Molinos se encuentra en el Barrio del Salvador, en el Distrito de San Blas.

El romántico jardín Quinta Fuente del Berro está situado en el límite este del Distrito de Salamanca y data del siglo XVII.

Los jardines del Palacio de Linares, sede de la Casa de América, se encuentran entre el Paseo de Recoletos y la Calle de Alcalá.



Las fuentes de Madrid

El agua en Madrid

Hasta el siglo XVI Madrid era un pueblo más bien pequeño, con pocos habitantes y sin mayores problemas en cuanto a infraestructuras, por ejemplo en cuanto al suministro de agua para la población. Sin embargo, cuando Felipe II decidió establecer la corte en la ciudad convirtiéndola en lacapital del país, inmediatamente el número de habitantes creció y, por tanto, también sus necesidades. 


Aunque Madrid también un río, el Manzanares, no nos podemos engañar. Su nivel de agua es muy bajo, especialmente en el verano y no puede utilizarse para proveer de agua a la ciudad. 

Un afluente del Manzanares es el Abroñigal, un río subterráneo que fluía bajo el Paseo de la Castellana. Actualmente su curso pasa por debajo de la M-30. 

Hoy en día su caudal no es suficiente para cubrir las necesidades de Madrid, pero en los siglos XVI y XVII sus fuentes daban a los madrileños su agua. 

Para que este agua fuera accesible, se hicieron fuentes y caños donde la gente podía ir a coger el agua. 

aguadorEl aguador

Es en aquella época en la que aparece la figura del "aguador", persona que coge agua de las fuentes y la vende a los transeúntes para calmar su sed. Había dos tipos de aguadores: aquellos que vendía el agua por las calles, los aguadores de cuba, y aquellos que subían barriles de agua a las casas, losaguadores de barril. Estos últimos no tenían muy buena fama entre los maridos madrileños, aparte de ser muchachotes fuertes y aguerridos, parece ser que más de uno se entretanía en la casa de la clienta más tiempo del necesario. Tenían su lugar de reunión en la Plaza del Alamillo

El precio del agua que vendían los aguadores dependía de la fuente de la que provenía; no todas tenían el mismo sabor y eso incidía en su precio. 

Uso de las fuentes

La mayoría de las fuentes construídas en el siglo XVII tenían unuso práctico. Fueron diseñadas por los más famosos arquitectos del momento, casi siempre enestilo barroco

una de las 4 fuentes
Cuando la dinastía de los Borbones llegó  a España, el estilo artístico cambió. Las fuentes eran más decoradas y las viejas existentes sufrieron cambios para adaptarse al nuevo estilo. Sería sobre todo Carlos III, en el siglo XVIII, el que cambiaría el aspecto de Madrid. Las fuentes se convirtieron en un objeto ornamental, muchas de ellas inspiradas en las que había en Roma. 


No fue hasta el reinado de Isabel II cuando se volvería a dar importancia a las fuentes. Sería también Isabel II la que promovería las construcción de un canal que trajese el agua del río Lozoya a Madrid. Este canal se conocería como el Canal de Isabel II y todavía suministra el agua a la capital. 

En el siglo XX la mayoría de las fuentes construídas tuvieron carácter memorial y en los últimos años del siglo se les añadiría movimiento y luz.

madridvillaycorte.es