Permanente.- El nuevo parque de Madrid Río abrió sus puertas al completo por primera vez el 15 de abril de 2011. Los visitantes podrán disfrutar de sus múltiples propuestas para el ocio, la cultura, el deporte o el paseo. Además el jueves se encendió la iluminación del puente monumental de Arganzuela, obra de Dominique Perrault, de la playa urbana y de las fuentes del parque de Arganzuela, que se unen a la que ya ofrecen los puentes del Rey, de Segovia y de Toledo para configurar el que va a ser, sin duda, uno de los paseos nocturnos preferidos en nuestra ciudad, afirman desde el Ayuntamiento.
Ha de destacrase la Playa Urbana, constituida por tres recintos acuáticos de forma ovalada en los que se alternarán tres efectos diferentes: lámina superficial, donde los usuarios podrán tenderse y remojarse; chorros de agua de altura y efectos cambiantes, capaces de producir diferentes efectos, y nubes de agua pulverizada. Las zonas de descanso y estancia, con más de 6.500 metros cuadrados de superficie y casi 300 árboles, completarán el ámbito de la playa urbana.
Hay ruta ciclista, miradores, nuevos íconos, entre otras muchas cosas. Puedes verlo todo en este plano.
Cómo llegar: Metros: Marqués de Vadillo / Puerta del Ángel / Pirámides / Legazpi
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Actualmente es uno de los pocos y mejores paseos que ofrece la ciudad y que hacía falta más que el agua de mayo. Madrid ofrece impresionantes parques como el Retiro o la Casa de Campo pero no había un paseo que ofrezca tantas alternativas como el del Manzanares, ni ninguno que atravesase gran parte de la ciudad.
A lo largo de los 42 kilómetros de itinerarios peatonales y los 30 kilómetros de vías ciclistas, podemos encontrar todo tipo de actividades para toda la familia. Desde el punto de inicio cerca de la Estación de Príncipe Pío, hasta el final, en la zona de Legazpi, el camino atraviesa varios puentes, algunos de ellos parte de la historia capitalina, como el Puente del Rey que da acceso y comunica con la Casa de Campo, o el conocido Puente Segovia, construido en la época de Felipe II por el arquitecto Juan Herrera, y que la nueva obra ha dotado su entorno de cuatro estanques con varias fuentes y lirios acuáticos. Otros, como el Puente de Toledo, el Puente de los Franceses o el Puente de la Victoria, siempre han estado muy unidos a la evolución del río. Las nuevas comunicaciones de las dos orillas del Manzanares nos han proporcionado otros puentes singulares como el impresionante puente en forma de muelle a la altura de la Arganzuela diseño de Dominique Perrault o las pasarelas gemelas del invernadero y del Matadero que están decoradas en su interior con mosaicos fotográficos de Daniel Canogar en los que se pueden ver a vecinos de la zona ejecutando toda la clase de saltos.
Si queremos recorrer de principio a fin todo el camino es preferible ir en bicicleta, se puede alquilar en una empresa que ofrece toda clase de vehículos ecológicos y que se encuentra en la mitad del camino, pero también existen otras opciones para practicar deportes como el parque de skate y patinadores, una tirolina para los más pequeños, pistas de baloncesto, tenis, fútbol, y un estupendo rocódromo a la altura del nº 108 de la Avenida del Manzanares, en el que podremos emular una auténtica ascensión.
La “playa urbana” es una divertida propuesta en el Gran Parque de la Arganzuela formada por tres recintos acuáticos ovalados y con diferentes efectos: Lámina de agua, chorros de distinta altura y nube de agua pulverizada. También existe una red de toboganes infantiles muy divertidos con grandes desniveles y muchas curvas, además de decenas de parques infantiles de madera y cuerdas a lo largo de todo el recorrido que son perfectos para que los niños se diviertan subiéndose a telas de araña gigantes, junglas de troncos o puentes colgantes. La oferta cultural está encabezada por el Matadero Madrid con exposiciones y obras de teatro en el interior de las Naves del Español.
Y, si lo que preferimos es conocer la ciudad, el mirador de la Huerta de la Partida nos ofrece unas estupendas vistas, especialmente al atardecer, del Palacio Real y la Catedral de la Almudena -con el inconveniente de ver ese mini Vaticano que están levantando a sus espaldas- y los jardines del Campo del Moro. Otras buenas vistas son las que se pueden otear desde el Mirador de San Vicente, desde donde se ve la Casa de Campo y la Avenida de Portugal.