Como ya dijera Alfonso X el Sabio: "España es segura e batida de castillos". Las continuas luchas que se produjeron durante los más de siete siglos que duró la Reconquista hicieron que en la Península Ibérica se construyeran numerosos castillos, fortalezas y sistemas defensivos. El castillo es una de las construcciones medievales más características. Es un lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones. Se trata de un edificio que obedece a necesidades defensivas, por lo que su arquitectura era, en un principio, puramente funcional. Con el paso del tiempo, el castillo abandona en parte su carácter militar para pasar a ser residencia de un noble, por lo que se convierte en un palacio y aparecen el gusto por la decoración y la estética.