El archipiélago de las islas Canarias posee numerosos encantos naturales que merecen la pena ser destacados. Todas sus islas disponen de hermosos espacios en los que sentirnos rodeados de una atípica y característica naturaleza de gran valor histórico y cultural. Un ejemplo de ello es el Drago Milenario, un majestuoso árbol cuya edad se calcula en torno a los mil años, ubicado en Tenerife.
El clima que se da gracias a su origen volcánico y a su proximidad al mar, junto con sus altas montañas, provoca todo tipo de caprichosos paisajes únicos en el mundo. Al igual que su fauna y su flora, mucha de la cual es endémica. Una muestra se aprecia en la Caldera de Bandama, una enorme cuenca formada por la violenta explosión de los volcanes, unido con la sedimentación de los piroclastos, en Gran Canaria.
También en esta isla encontraremos el Monumento Natural Roque Nublo, dentro del Parque Rural del Nublo. Esta gigantesca formación rocosa alcanza una altura de hasta 80 metros, siendo uno de los más altos del planeta. En contraposición a este clima seco y árido se halla a poca distancia el famoso Pico de las Nieves, con casi 2.000 metros de altura.
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