Ávila es de las provincias con más huella celta. Sus castros ocupan lugares privilegiados, algunos de ellos cerca de la capital. La tribu celta de los vettones levantó importantes castros (abandonados en torno al siglo I a.C) que pueden visitarse hoy día. Desde Solosancho (a 22 km de la capital) una carretera de dos kilómetros lleva hasta Villaviciosa y su castillo, donde hay que dejar el coche. Un sendero de tierra señalizado conduce hasta la que fue la más importante ciudad celta en España: Ulaca, que es Monumento Histórico-Artístico. Son tres kilómetros de recorrido. Desde allí se contempla todo el valle del Amblés y los pueblos de Solosacho y Villaviciosa.
A 125 kilómetros de Madrid y 24 de Avila. Turismo de Ávila: 920 21 13 87.
El castro de Ulaca corona un imponente cerro granítico a más de 1.500 m de altitud, que se eleva más de 400 m sobre el terreno circundante.
Este poblado fotificado, que con sus 3.000 m de muralla y con una superficie de más de 60 Ha es el más grande construido por los vettones, está situado en la pedanía de Villaviciosa, perteneciente al municipio de Solosancho (Ávila); y fue habitadoentre los siglos V y I a. C., aunque se desconoce su cronología precisa.
Entre las ruinas que quedan actualmente, destacan la triple muralla que fortificaba la ciudad, una cantera de granito (en la que se pueden apreciar piedras cortadas, con las marcas de las cuñas), una sauna ritual y, sobre todo, el santuario, en el cual se practicaban sacrificios de animales y, muy probablemente, también de seres humanos (ya que está documentado que el pueblo vettón realizaba estas prácticas).
Entre las esculturas encontradas en el poblado, se encuentran dos verracos que actualmente se pueden ver en las localidades próximas al yacimiento: uno junto al castillo de Villaviciosa y otro junto a la iglesia de Solosancho.
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