El Transsegre, una fiesta acuática

¿Te gustaría competir descendiendo un río?

La que quizás es la fiesta más importante de las tierras de Lleida comienza justo hoy y finalizará el próximo 10 de julio. Se trata del Transsegre, una celebración que surgió hace casi ya 20 años de una idea que tuvieron un par de amigos durante una excursión por el Segre, el principal río de la provincia y uno de los más importantes de la comunidad catalana.

Fueron dos jóvenes cansados de pescar los que con dos barcas se retaron hasta llegar al puente de Balaguer, una de las localidades por donde pasa el río Segre. Un año después, y habiéndoselo comentado a varios amigos, nació el Transsegre, con una primera bajada por el río en la que sólo participaban 17 embarcaciones. Lo que aún era más un juego entre amigos que una fiesta como es considerada hoy día, generó tanta expectación que cada vez se fueron uniendo más personas hasta convertirse en la celebración actual.

Desarrollada en la ciudad de Balaguer, el Transsegre es ya casi una fiesta mayor veraniega donde el calor, el agua y la imaginación forman un genial cóctel para disfrutar de un fin de semana de verano. Aunque el principal motivo por el que se realiza el Transsegre es pasar un buen rato, la fiesta tiene un trasfondo ideológico, y es que mediante actos como éste se pretende reivindicar la recuperación del espacio natural del río.

Así, subidos sobre originales construcciones artesanales, los concursantes descienden el Segre en dos carreras, realizándose la primera parte del recorrido el sábado por la tarde. Las barcas salen del pantano de Camarasa y comienzan la bajada por tranquilas aguas hasta la denominada playa de Sant Llorenç. Es a la noche cuando en el Parque del Transsegre se realiza una gran fiesta con un concierto que dura hasta largas horas de la madrugada

No obstante, los participantes deberán descansar, y es que a las diez de la mañana del domingo la fiesta continúa, partiendo de la localidad de Gerb hasta llegar de nuevo a Balaguer, punto de salida del día anterior. Quizás pueda parecer un simple descenso en barca. Sin embargo, todo aquél que asiste al Transsegre asegura que durante los dos o tres días que dura la celebración, la fiesta nunca cesa.

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Fiesta del cava de Prades

¿Quieres bañarte en cava?

Por increíble que parezca, a mediados de mes de julio de la fuente de la plaza Mayor de Prades dejará de brotar agua. Sólo durante una noche, por la fuente renacentista hecha en piedra fluirá cava para el gozo y disfrute de todo aquel que se acerque a pasar un buen rato en compañía de todo el pueblo. Una fiesta en la que bañarse en cava no es imposible mientras la noche va pasando y los asistentes bailan alegremente. ¿Te apetece?

Alrededor de 4.500 botellas de cava se gastarán en la 32ª edición de la fiesta. Comenzó a celebrarse en 1979 y según la Comisión de Fiestas de Prades, «está a punto de perderse». Aun así hay «gente que lucha para tirarla adelante» y cuenta con la colaboración de muchas personas. Es una de las fiestas más curiosas de Prades, y sorprende a todo aquel que escucha hablar de ella por primera vez. La mayoría de personas han escuchado alguna vez aquello que Jesús transformó el agua en vino… pero está vez se transforma en cava, y no por obra divina.

La magia de la noche recae en que durante un día el agua se transforma en cava. ¿Cómo se consigue? El mecanismo es muy sencillo. En el terrado del edificio del Ayuntamiento, que está en la misma plaza, se instala un depósito que se conecta a una manguera que va a parar a la fuente. Por este circuito es por donde pasa el cava, vertido por turnos por diferentes voluntarios, para que ninguno se pierda toda la diversión.

Para disfrutar de la fiesta del cava es necesario pagar entrada a la plaza, que este año es de 15 euros. Durante esa noche es un recinto cerrado, y la fuente esta rodeada por una reja en el interior de la cual están las personas que van sirviendo el cava que brota de los cuatro caños de la fuente. Con la entrada se pueden consumir tantas copas de cava como se desee, a la vez que se disfruta de música y un ambiente agradable. Es una celebración restringida a menores de edad, y todo aquel que no tenga los 16 años no podrá entrar a la plaza.

Fotografía de la fiesta del cava cedida por la Comisión de Fiestas de Prades

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La nit d’albà, el amanecer de Elche

Esta noche es una noche muy especial para una ciudad española en concreto, aunque bien es cierto que muchos municipios del país están justo ahora de celebraciones y fiestas populares. No obstante, tan especial es la noche de hoy que hasta podría asegurarse que quizás es la más importante del año para sus habitantes. Hoy Elche está de celebración, y de la grande.

Esta noche es la nit d’albà (que sin abreviarlo significa ‘Nit de l’Albada’, o lo que es lo mismo, Noche de la Alborada en castellano) en Elche. Cada 13 de agosto, la ciudad vive uno de los acontecimientos pirotécnicos más importantes de la península y celebra, por todo lo alto, esta festividad en honor a la Virgen de la Asunción.

Con motivo de las fiestas patronales de Elche, esta misma noche los ilicitanos comenzaran a eso de las once–el reglamento o tradición manda hacerlo exactamente a las 23.15 horas- a disparar abundantes fuegos artificiales, la mayoría de los cuales son lanzados desde las mismas terrazas de los habitantes.

El volumen llega a ser realmente impresionante, puesto que sólo por poner un ejemplo cabe remarcar que hace 3 años se dispararon cerca de 17.000 kilos netos de pólvora. Aunque esto de tirar cohetes parece muy moderno y popular –no sólo en Elche sino en toda la Comunidad Valenciana-, la nit d’albà parece remontarse a tiempos de la Edad Media, en la que las familias tiraban un cohete por cada hijo que habían tenido, agradeciéndoselo así a la Virgen.

Lo espectacular de la nit d’albà no son los fuegos artificiales en sí, que también, sino el efecto que provocan en la ciudad. Y es que para que éstos sean mucho más sorprendentes, el Ayuntamiento tiene por norma minutos antes cortar directamente el suministro eléctrico de todo Elchepara así dejar la ciudad en la más completa oscuridad.

De esta manera, y en ese paréntesis entre el apagado de luces y el inicio de los fuegos artificiales, se empieza a escuchar el Himno de la Coronación, del Misterio de Elche; justo después, y a medianoche, desde la Basílica de Santa María se lanza un conjunto de cohetes (que pueden ser miles) y que iluminan casi toda la ciudad, llegando a un radio de hasta 800 metros. Así, por unos segundos, la ciudad, a pesar de tener el suministro de luz cortado, se ilumina como si fuera una mañana cualquiera, motivo por el cual la festividad se llama nit d’albà.

Más adelante, es tradición también comer sandías, así como hacer guerra de ‘carretillas’ , un tipo de petardos que, al ser lanzados, se elevan considerablemente, siendo cada una de ellas de características diferentes.  Sin reglas, los participantes sobre todo se visten con ropa vieja y totalmente protegidos para no quemarse, eso sí, llevan una mochila en la que guardan los cohetes o ‘carretillas’. Algunos de éstos, además, suelen pedir agua a los vecinos de los balcones, la mayoría de los cuales responden tirándoles agua bien fría en cubos.

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