El objetivo es llegar a Santiago de Compostela y visitar la tumba del Apóstol Santiago el Mayor. Sin embargo existen otras muchas razones para seguir algunas de las rutas que llevan hasta la capital de Galicia y que el año pasado recorrieron 215.880 personas de 156 países diferentes. Esto convirtió 2013 en el año no santo con más afluencia de peregrinos.
Además de los motivos religiosos —que mucha gente alega al llegar a la ciudad santa para obtener la Compostela, el papel que acredita haber recorrido a pie al menos los últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago—, existen otras razones que pueden animarnos a unirnos a esta ruta durante el verano. Desde la meramente económica (el gasto medio diario ronda los 30 euros) hasta que se trata de una buena forma de conocer gente, visitar lugares a los que no llegaríamos de otra forma, hacer ejercicio (andar rápido es más saludable que correr, según los expertos) o desconectar del asfalto y entrar en contacto con la naturaleza.
Camino Francés
Vía de Rocamadour en Limousin (Francia)
Puente de Saint Etienne, en Francia
Catedral de San Gaciano, en Tours (Francia)
Provincia de Burgos
Iglesia de Santa María del Manzano, en Castrojeriz (Burgos)
Castillo de Cornatel, en el Bierzo (León)
Parque Natural de las Médulas, en El Bierzo (León)
Alto del Perdón, en la Sierra del Perdón (Pamplona)
Inmediaciones de Burguete, en Navarra
Puente de la Reina (Navarra)
Bosque de Palas de Rei (Lugo)
Monasterio de Samos (Lugo)
Camino Aragonés
Valle de Arres, cerca de Jaca (Huesca)
Embalse de Yesa, en Yesa (Navarra)
Camino Portugués por la costa
Playa de Oia (Pontevendra)
Camino del Norte
Cabo Mayor, en Santander
Monte Igueldo, en San Sebastián
Playa de las Catedrales, en Ribadeo (Lugo)
DESTINO FINAL
Santiago de Compostela
Epílogo a Finisterre
El Santuario de la Virgen de la Barca, en Muxía (A Coruña)
Finisterre (A Coruña)